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GENTE VERITAS



Edo Brenes es egresado de la Escuela de Animación Digital VERITAS, donde también laboró como profesor por 7 años. Actualmente se dedica tiempo completo a escribir y dibujar comics y novelas gráficas, con publicaciones en diversos países europeos. A las puertas del lanzamiento de su libro: “Memorias de Limón” lo entrevistamos para conocer las claves de su éxito. Como buen contador de historias nos tiene mucho que decir.



¿Por qué estudiaste animación digital?

Porque me gustaba mucho dibujar. Empecé estudiando Ingeniería de Sistemas porque yo era muy bueno en matemáticas, 2 años después, me quedaba en los cursos, los repetía y los pasaba con buenas notas y me dije “algo tiene que estar pasando” y la verdad es que, revisando mis cuadernos, descubrí que todos estaban llenos de dibujos en vez de apuntes. Entonces, exploré las opciones y tenía un amigo que estudiaba animación, fui a la U y me aceptaron. Luego me empezó a interesar mucho el cine, pero me di cuenta de que la animación me gustaba más.


¿Y cómo llegaste al comic internacional? Después de graduado, empecé a hacer videos y animación, pero me fui cansando de trabajar con la gente, y empecé a trabajar ilustración, porque es algo que puedo hacerlo solo. Pero me di cuenta que a mí lo que me gusta es contar historias desde pequeño, dibujaba muchos comics. Y en los cuadernos tenía a mis compañeros y profesores vestidos de Súper héroes, diciendo algún chiste satírico o irónico. Sentí la necesidad de volver al comic, que nunca había hecho profesionalmente.

En el 2016 salió un Concurso de la Alianza Francesa: “Historieta Centroamericana” y participé, no porque pensara en ganarlo, sino porque quería ser artista de comic y tenía que hacer uno de 5 páginas. Y aunque era en un cuatrimestre que daba muchas clases, trabajé en la noche y lo entregué y sentí un gran alivio de que sí lo podía hacer. Y curiosamente gané el concurso y uno de los jurados era un agente literario francés, Nicolas Grivel, quien había venido a Costa Rica por casualidad e ideó el concurso para encontrar nuevos talentos. Y eso en ese momento la vida me cambió. El tema del comic era: “Mi barrio una historia ilustrada”. Era una historia triste, sentimental de un señor que hace un recorrido por su infancia y su adolescencia y cómo fue perdiendo la memoria y la inocencia de la niñez hasta convertirse en un adulto, cuando ya no cree en nada. La historia estaba adaptada a Barrio Luján, un barrio de san José, por el que pasaba en mi camino a la U siempre y que me gustaba mucho para retratar.

Nicolas me preguntó si yo tenía alguna historia más compleja para contar. Porque él no puede vender una historia de 5 páginas, sino que él está buscando novelas gráficas que pasen las 150. Ahí me entró como un vacío, porque yo me dije: “Me cuesta hacer 5 páginas, cómo voy a hacer 150” Entonces él me dijo que nos sentáramos a ver proyectos. Y eso fue un giro importante en mi carrera, porque yo tenía 2-3 proyectos que tenían algunas páginas, de temas fantásticos, de aventura, pero tirando un poco más para adultos, en un mundo como medieval, pero con mucha tecnología, muy hípster. Tenía proyectos como de esa índole y cuando yo se los estaba comentado, yo le veía la cara como de que no iba por ahí y me dijo: “A mí lo que me gustó en el concurso es que habló de su ciudad, San José” Entonces yo le dije tengo un montón de anécdotas que siempre he querido convertir en una historia, que son las vivencias de infancia de mis abuelos creciendo en Limón, el caribe costarricense. Entonces le empecé a contar ciertas cosas y dijo “Eso, eso es lo que va a escribir y lo que yo puedo vender al público europeo.”

Me pidieron el primer capítulo, que eran 20 páginas y la sinopsis para poder venderla. Entonces yo le mandé las 20 páginas y el story board que eran 250 páginas. Lo hice muy rápido y se vendió a la editorial española Reservoir. Entonces ahora sí, a trabajar en las 230 páginas que faltan. Trabajé durante año y 4 meses. Y el libro también se vendió a Italia. Lo entregué el 2018 y se publicó en enero del 2019. Ese es Puerto Langosta.



¿Cuál crees que fue la clave de tu éxito internacional con Puerto Langosta?

Me di cuenta de que si uno quiere “pegarla” tiene que ser con las cosas propias de uno, con lo auténtico. Y eso me hizo cambiar, empecé a pensar con historias que tuvieran que ver más con Costa Rica, de ficción, pero más inspiradas en la realidad y no tanto historias fantásticas o de superhéroes. Es una discusión que hay ahora, la gente es un poco reacia en utilizar su país, como punto de partida para la narrativa, eso es un error, porque cada vez más el mercado sobre todo europeo, están buscando historias de países latinos, de países asiáticos, de Medio Oriente y de Asia, porque es lo que les interesa leer, de otras culturas. Y en Costa Rica entre la gente lectora de comic ha tenido mucho éxito. Creo que es la primera novela gráfica costarricense publicada afuera que tiene que ver con nuestro país y la gente entonces puede ver que nuestro país es algo de lo que se puede escribir y ese es mi mayor logro y alegría.

Nuestros países necesitan más auto referencia en historias contadas, videos y comics. Tenemos muchas historias y muy buenas, que merecen ser contadas.


¿Qué une la animación y el comic?

Las historias. A mí lo que me gustan más son las historias. Mi agente me ha ofrecido que yo ilustre historias de otros artistas y siempre le digo que no, ya lo decidí, yo no quiero dibujarle a nadie más. No me importaría que alguien me dibuje a mí mis historias pero, no al revés, yo soy narrador y lo que me gusta es contar, pero la historia de un uruguayo, de un francés no me interesan. Me interesa leerlas cuando las publiquen, pero no haber sido yo el artista, yo quiero ser el autor, yo quiero contar mis historias.


¿Y cómo llegó tu segunda novela gráfica Memorias de Limón?

Estaba trabajando en una Universidad en Inglaterra en el 2019, cuando me enteré de otro concurso de comic corto y me acordé de un comic que había hecho de una bicicleta, así que lo saqué de nuevo y lo envié. Después me dí cuenta que es el concurso más importante del país. Y lo gané. Cuando me llamaron no lo podía creer y me dijeron: “Fue muy fácil escogerlo, su calidad era superior a los demás” y yo me quedé sin palabras.

Esa historia se contaba desde una entrevista que yo les hacía a dos personajes y ellos me contaban un suceso con una bicicleta. Entonces se me ocurrió contar algo más grande dónde se hicieran entrevistas a diferentes personajes y ellos me contaran de cómo había sido crecer en el caribe costarricense. Esa historia la vendimos a una editorial inglesa y al final se le incluyó una historia de fondo y todas las historias pequeñas van nutriendo la de fondo y eso es lo que se llegó a convertir en “Memorias de Limón”, que es el libro que va a salir ahora en setiembre en Inglaterra y Francia.



¿Ahora te dedicás a la novela gráfica a tiempo completo?

Cuando gané el concurso me dije ahora sí me voy a poner serio y voy a hacer de esto mi carrera y solo trabajar en esto. Entonces voy a agarrar todos mis ahorros y voy a dedicarme a hacer solo esto durante un año. Curiosamente al inicio de este año sabático fue cuando me contrataron para hacer “Memorias de Limón”, entonces lo escribí y lo empecé a dibujar, pero mientras dibujaba empecé a escribir otra historia sobre dos turistas que viajan a Cuba, que por ahora se llama: “Turistas en La Habana” que fue sobre un viaje que hicimos mi esposa y yo. Y ese la vendí también el año pasado, en setiembre del 2020 a la misma editorial. Entonces fue muy bueno porque “Memorias” la terminé en marzo y se publica en setiembre, pero ya desde marzo empecé a trabajar en este otra, entonces es ya como una bola de nieve. Entonces ahora mientras estoy dibujando, empecé a escribir otro proyecto más sobre un edificio de apartamentos en San José, Costa Rica, donde los inquilinos tienen sus vidas están mezcladas. Ese es un proyecto que ya estoy terminando para poder venderlo. Así tiene que hacerse, como bola de nieve para siempre estar trabajando en un proyecto y continuar.


¿Como autor/ creador de historias, qué crees que tienen en común todas tus historias?

Yo siento que primero era la nostalgia. Eso siempre había sido parte de mí. Mi abuelo es muy nostálgico y creo que me lo heredó. Y eso ha ido evolucionando lentamente. Ya no es eso, ahora son las relaciones entre las personas. Cada vez más la historia va, no por lo que sucede afuera a los personajes, sino por lo que los personajes hacen que suceda, por la forma que piensan.



¿Qué nos podés comentar de tu estilo gráfico, tu forma de dibujar?

Yo diría que tengo 2 estilos, aunque la gente dice que no reconoce de cuáles estilos estoy hablando porque para ellos todo es lo mismo. Pero para mí tengo uno que es más caricatura, grotesco e inclusive sexual y el de las novelas gráficas, qué es un poco más serio y maduro. Pero no puedo dejar ninguno de lado.

Yo no soy tan bueno dibujando, yo no puedo dibujar un “Súperman” o algo así de la nada. Yo desarrollé un estilo detrás del que me defiendo muy bien. Mi estilo lo desarrollé por muchos años y me defiendo muy bien con él, pero fuera de este estilo no. Yo no soy versátil a la hora de dibujar. Pero eso mismo ha hecho que mucha gente me ha contratado para hacer productos, murales porque tengo un estilo definido y solo trabajo en él y la gente le gusta y eso me tiene muy contento.


Contanos del videojuego “Dude where is my beer” Me contactó un noruego, al que le llamo la atención mi estilo de ilustración, que si podía ilustrar un juego indie que él estaba programando y le cobré y me dijo que no podía pagarme esa suma. Entonces me dijo que iba a hacer una campaña de recaudación de fondos, la hizo, pero no lograr recuadar mucho. Pero en este proceso de interactuar con él me fue interesando el juego. Y me dijo que lo quería poner a la venta y si yo le hacía todas las ilustraciones y él lo programaba, me daba 25% de las acciones, entonces pensé yo siempre he querido hacer un juego, y dije esto está genial. Entonces le dije que sí. Luego me dijo que si quería revisar el guion, porque él decía que no era buen escritor. Entonces le dije: si yo reviso el guión yo me hago cargo de la narrativa y sería 50%, 50% y dijo que sí. Entonces escribí la historia. Y terminó siendo al final 17 escenarios, un montón de personajes, una historia más armada, que no ha concluido, vamos por la segunda parte, ahí va lentamente. El juego salió en noviembre del año pasado. Y es de un personaje cuarentón que está en un viaje en autobús, llega a una parada de descanso y lo que quiere es encontrar es una cerveza pilsen en un mundo hipster de cervezas artesanales, vegano y todo hecho a mano. Encontrar esa cerveza es el objetivo de la primera parte del juego. Es una burla a eso de que porque alguien sea vegetariano, se sienta mejor o superior a otro.

Link al juego aquí:



¿Qué le recomendarías a los chicos que están estudiando Animación o algo afín que también quieren contar historias?

Yo les diría dos cosas: que traten de modificar dentro de lo posible todas las tareas para que vayan en pro de lo que quieren lograr. Conviertan sus tareas en algo más que les guste y les sirva a futuro. Y lo otro es que trabajen tan duro como Michael Jordan (en el documental actualmente en Netflix). O sea que no hagan solo las tareas, si lo que les gusta es el dibujo en su tiempo libre, dibujen, si lo que les gusta es el modelado 2D, a modelar más, si lo que les gusta es la iluminación, pídanles los modelos a sus compañeros e iluminen fuera de clase, porque en realidad, todo ese trabajo que uno hace de más, es lo que lo lleva a uno a mejorar y sobresalir. Uno no sobresale solo haciendo las tareas.


Edo escogió un camino que le permite hacer lo que le gusta, todos los días de su vida, contando sus historias y dejando su firma en el mundo. Creemos que escogió muy bien y está recibiendo los frutos de su independencia creativa. ¡Estamos ansiosos por leer “Memorias de Limón”!


Podés seguir a Edo en su IG aquí: @edobrenes





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