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Actualizado: 14 abr 2021

GENTE VERITAS




Nuestro Director de la Escuela de Comunicación Visual Emilio Jiménez es una persona ávida de conocimiento y generosa en compartirlo y ha dedicado su vida entera en demostrarlo.

Estudió Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Colombia. En ese mismo periodo estudió Diseño para la Comunicación Visual en Guadalajara, México. Luego se fue a España donde obtuvo una licenciatura en Bellas Artes. Después hizo un Master en Gestión del Diseño Industrial. Más tarde, le surgió la posibilidad de estudiar un Máster en Ingeniería del Diseño en la Universidad Politécnica de Valencia y la tomó. Pero su formación no paró ahí, se le abrió una ventana de oportunidad y decidió continuar con un doctorado en el que estuvo investigando temas que le apasionaban: los entornos interactivos, con dispositivos de asistencia por voz y la innovación empresarial. En el 2017 terminó el Doctorado en Diseño, Fabricación y Gestión de Proyectos Industriales, un título internacional, con mención de Cum Laude, por la alta calidad de su trabajo.



Consultado de qué lo impulsa a una vida dedicada al estudio y en especial a 5 años de doctorado nos amplía: “Hacer un doctorado es regalar conocimiento, a buscar, analizar información, investigar, un aporte para la humanidad".


Emilio en la ceremonia de graduación cuando recibió el grado de Doctor en Diseño, Fabricación y Gestión de Proyectos Industriales en la Universidad Politécnica de Valencia en España.


También lo mueve enormemente su vocación por la docencia: “Como docente tenés la responsabilidad de conocer y saber aplicar eso que le vas a explicar a un estudiante y seguir estudiando, nunca parar de estudiar. Si no sos generoso con el conocimiento que tenés, no debés dedicarte a la docencia”.


La docencia y la administración de la educación le han dado grandes satisfacciones: “Ver como todos los alumnos tienen el potencial y capacidad de superarte. Diego Rodríguez quien fue mi alumno ha ganado 13, 14 premios internacionales en Diseño y Publicidad. Esos triunfos también hacen parte de lo que yo soy como docente y lo que hago como director, como selecciono y trabajo con profesores para que los estudiantes lleguen al mayor nivel que ellos puedan llegar”.


Emilio nació en Colombia, pero esa búsqueda insaciable por aprender y compartir lo ha llevado a vivir a otros países. A los 25 años se fue a vivir a España, estuvo allí 8 años. En ese país conoció a su pareja y se casó en el 2005. Estuvo viviendo entre España y Colombia y desde mediados del 2019 se vino a Costa Rica a formar parte de la Universidad VERITAS.

De su tiempo en Costa Rica nos comenta: “Ha sido un reto por la pandemia, estar más tiempo encerrado que disfrutando el país y la gente, eso cambia la percepción que podás tener del ambiente. Las sensaciones que tengo son positivas, me gusta la forma de ser del tico.” Como celíaco, nos habla de que no ha podido probar todos los platillos que quisiera, sobre todo de pastelería. Y nos añade: “Hay que acostumbrarse a la lluvia, porque en épocas de lluvia llueve todo el rato, normal es un país tropical, parte de la dinámica.” Y lo que más le gusta es fácil: “Adoro el café de aquí, más que el colombiano, me encanta. En Colombia no tomaba tanto café, me he vuelto más cafetero, uno de los enamoramientos que tengo con Costa Rica”.


Emilio nos comparte de su familia en Colombia: “Nací en Bogotá de una familia de 4 hermanos, 3 hombres y una mujer. Fuimos criados por mamá y abuela materna. Mi papá falleció en un accidente y mi mamá tuvo que sacarnos adelante.” Todos los hermanos se han dedicado a la educación y a la docencia.


Emilio fue niño en Bogotá de los 80´s y 90´s cuando vivieron momentos complejos por el auge de los atentados terroristas: “Fue una época oscura, siempre vivías con zozobra.” Pero en su ámbito familiar siempre encontró un oasis “Mi familia es equilibrada, somos generosos entre nosotros mismos, crecimos así, incluso de mayores la practicamos, nos apoyamos, somos muy unidos, una familia amorosa.” Y nos añade: “Fue duro crecer sin padre, pero crecimos acompañados de esas dos grandes mujeres.” De su abuela, quien falleció recientemente cuando ya vivía en Costa Rica, guarda los más dulces recuerdos: “Ella me cuidaba, teníamos mucha complicidad. Le dediqué mi tesis doctoral, era una mujer muy creativa: cocinaba en estufa de carbón, por los cambios de temperatura, se le deformaron los dedos. También aprendió a coser de forma autodidacta, a punta de mirar. Para coser ocupaba el dedo índice de la mano derecha, por lo que se hizo una extensión con una aguja de zapatero, una alternativa creativa. Ella decía: “había que solucionarlo y lo solucioné”. Mucha de la creatividad que conozco, viene de los retos de la vida diaria de mi abuela”.

Fuera de la enseñanza lo que Emilio más disfruta es cocinar: “Cuando estoy estresado, cocino, sobre todo arroces españoles, al horno, paellas, costillas de cerdo y morcilla” También le gusta preparar el estómago de la vaca y nos pregunta, ¿cómo le llaman acá a los callos? “Mondongo” le contestamos. También disfruta otras especialidades españolas como Chanfaina, realizada con carne, sangre, vísceras de cordero y variedad de especias.

Actualmente la cocina es un momento de complicidad con su pareja, con la que ya lleva 18 años juntos, un momento especial y significativo, compartir en la cena o el desayuno los eventos del día.



A Emilio también le gustan los videojuegos, aunque no tiene mucho tiempo para ellos, juegos concretos en primera persona, como Horizon Zero Down. Otro de sus pequeños placeres es pasear y caminar por la ciudad. Asimismo, es un lector asiduo de temas relacionados con el diseño, y escucha varios podcast en inglés y español con estas temáticas. Por supuesto acompañados de un buen café negro, americano, algunas veces con crema.


Trata siempre de reforzar en sus alumnos, algo que es una filosofía de vida para él: “…poner en duda todo, de forma constructiva, para poder mejorar. Constantemente los invito a reflexionar ¿por qué un restaurante cambia su marca?, ¿qué es lo que me quieren contar?, ¿el por qué se hace esto o lo otro? En fin, pensamiento crítico, fundamental en cualquier trabajo creativo “.


Para finalizar, nos comparte ¿Qué le diría a Emilio de 19 años? Y es básicamente lo mismo que les recomienda a nuestros estudiantes “Que viajen y conozcan otros sitios, otras culturas, que permanezcan en otro país un tiempo, un mes, un año y que se den la oportunidad de que el sitio pase por ellos. Cuando uno viaja se empapa de otras actitudes, comportamientos, te permite crecer como persona y ser más empático y tolerante.”

Muchas gracias Emilio por tu generosidad, la próxima vez que nos encontremos, esperamos compartir un café y seguir conversando.


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